Heinke Jäger[1], Claudio Crespo[1], Francisco Abad[2], Alizon Llerena[2] y Paulina Couenberg[2]

[1]Estación Científica Charles Darwin, Fundación Charles Darwin, [2]Dirección Distrital Galápagos del Ministerio de Agricultura y Ganadería

Figura 1. Vista de la zona agropecuaria en la isla Santa Cruz. Foto: Heinke Jäger

Existen hoy en día 1 476 especies no nativas establecidas en las islas Galápagos, de las cuales más del 90% son plantas e insectos (Toral-Granda et al. 2017). Solo los insectos invasores causan un daño de al menos US$70 billones por año a la economía global (Bradshaw et al. 2016), mientras que los costos monetarios generados por las plantas invasoras no se conocen hasta el momento. 

En Galápagos, el impacto de las especies invasoras en las fincas ha recibido menos atención que el riesgo que los invasores representan para los ecosistemas protegidos del Parque Nacional Galápagos (Causton & Sevilla 2008). Sin embargo, los productores son aliados clave de la conservación. Ellos mantienen el suelo cubierto con plantas beneficiosas que desplazan a las invasoras e invierten en agroquímicos que no solo protegen sus cultivos sino también parte de la flora nativa. 

En 2016, el personal de la Fundación Charles Darwin y del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG*) se unieron para aprender de los productores de la isla Santa Cruz. Nuestra intención era saber más sobre cuáles especies invasoras representaban mayores desafíos para la zona agropecuaria, qué herbicidas e insecticidas usaban los productores, y cómo los aplicaban.

Realizamos entrevistas a productores de los sectores Santa Rosa, Salasaca, El Occidente, Los Guayabillos, Bellavista, El Camote y El Cascajo (Figura 2), los cuales en conjunto cubren 9 592 hectáreas, o cerca de 100 kilómetros cuadrados. El área de cultivo en estos sectores se divide en 357 Unidades de Producción Agropecuaria (UPA; CGREG 2014), las mismas que pueden ser fincas individuales o tierra combinada de diferentes predios. Entrevistamos a productores de 73 de estas UPA, quienes de manera colectiva representaban el 29% de la zona agropecuaria de Santa Cruz. 

Durante aproximadamente 45 minutos se realizó una serie de preguntas estándar a cada productor sobre plantas invasoras, hormigas y el uso de herbicidas e insecticidas. Muchos de los entrevistados tenían una larga historia en Galápagos: cerca del 25% de ellos ha vivido en las islas por más de 45 años, y casi el 20% tenía 70 años o más de edad.

Figura 2. Ubicación de la zona agropecuaria en la isla Santa Cruz y de Santa Cruz dentro del archipiélago de Galápagos. Los 73 lugares de la encuesta están indicados por diamantes negros. Mapa: Carolina Carrión y Claudio Crespo. Clic para agrandar

PLANTAS INVASORAS

Los productores identificaron a la mora (Rubus niveus) como la especie más problemática en sus fincas, seguida por la guayaba (Psidium guajava), sauco (Cestrum auriculatum) y escoba (Sida rhombifolia) (Tabla 1; Figura 3). Estas especies les proveyeron poco o ningún beneficio económico y 81% de los entrevistados utilizaron herbicidas para controlarlas. Como contraste, otras plantas invasoras comunes, como la cedrela (Cedrela odorata) y el aguacate (Persea americana) si fueron cosechados por los productores.

Tabla 1. Porcentaje de UPA donde se encontraron especies invasoras. UPA = unidad de producción agropecuaria. Clic para agrandar.

Los herbicidas más populares fueron Anikil y Combo. Algunos productores los mezclaron, probablemente aplicando una concentración más alta que la recomendada. Nos sorprendió el uso frecuente de Anikil, ya que este herbicida no es muy efectivo para especies leñosas como la mora; en cambio, está mejor adaptado para hierbas de hoja ancha y pastos (Nufarm 2012). 

Aprendimos que los productores, sin darse cuenta, pueden estar generando resistencia en las plantas invasoras al aplicar repetidamente el mismo herbicida en concentraciones menores a las recomendadas por el fabricante. Por ejemplo, de los 28 productores que controlaron a la mora usando el método químico, solo cinco usaron la concentración recomendada para Anikil. La mayoría usó concentraciones que eran demasiado bajas para matar a las plantas de mora. Por ende, ellos terminaron aplicando el herbicida varias veces, incrementando la cantidad total del herbicida usado, contribuyendo así a que las plantas generen resistencia debido a una exposición repetida.   

Los herbicidas también se mezclan con agua antes de su aplicación y el pH del agua es crucial: cada herbicida tiene un diferente pH óptimo, fuera del cual es menos potente y con menos probabilidad de matar a la planta. No obstante, solo el 15% de los productores entrevistados medían el pH del agua antes de mezclarla con el herbicida. Esto conlleva a que con valores del pH por debajo de lo óptimo, se necesitan repetidas aplicaciones del herbicida, haciendo una vez más que las plantas generen resistencia.

Figura 3. Las cuatro plantas invasoras más problemáticas en la zona agropecuaria de Santa Cruz (en el sentido de las manecillas del reloj): mora, guayaba, sauco y escoba. Fotos: Heinke Jäger, Conley McMullen, archivos de la Fundación Charles Darwin

HORMIGAS INVASORAS

La hormiga tropical de fuego (Solenopsis geminata) fue la plaga de insectos más abundante y problemática para los productores de Santa Cruz (Figura 4). Esta especie fue encontrada en todas menos una de las 73 Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) que muestreamos. Las hormigas tropicales de fuego comúnmente causaron severas picaduras a los trabajadores, especialmente cuando preparaban la tierra o recogían la cosecha (70% de las UPA), o cuando las hormigas entraron a las casas de los productores (71% de las UPA). Las granjas avícolas reportaron los impactos más severos. Aquí, las hormigas de fuego frecuentemente mataron a los pollitos al momento de eclosionar, y atacaron a los polluelos y adultos.

Figura 4. Hormigas tropicales de fuego cubren como enjambre una barra de mantequilla de maní. Foto: Wilson Cabrera

Para controlar a esta plaga, la mayoría de los productores usó los insecticidas Cyperpac (44% de las UPA), SiegePro (26%) o Bala 55 (14%). Cuando las hormigas son expuestas al Cyperpac (insecticida líquido), se mueren inmediatamente, por lo que los productores ven un resultado inmediato, lo que explica su preferencia por este insecticida. Por otro lado, SiegePro es un granulado que la hormiga recoge y transporta al nido, donde subsecuentemente mata a la colonia entera. Aunque este proceso toma más tiempo y no es tan visible, SiegePro es en realidad mucho más efectivo que Cyperpac en la reducción de los números de las hormigas (Sergio Sánchez, com. pers.). 

En los predios donde se encuentra actualmente la hormiga tropical de fuego, el 94% albergaba previamente a la pequeña hormiga de fuego (Wasmannia auropunctata). Sospechamos que la hormiga tropical de fuego ha reemplazado a la pequeña hormiga de fuego durante los últimos 10 años, posiblemente porque esta última pereció ante la competencia.   

SEGURIDAD 

Muchos de los productores que entrevistamos no usaron procedimientos de seguridad personal durante la aplicación del herbicida e insecticida. A pesar de que el 85% de los entrevistados indicaron que usan cierto tipo de protección, ésta generalmente se limitó al uso de máscaras quirúrgicas y vestimenta como overoles, lo cual no es suficiente. Solo el 36% de los productores usaron guantes al momento de aplicar los agroquímicos.  

FUENTES DE INFORMACIÓN

El 53% de nuestros entrevistados solicitaron consejos a los distribuidores de agroquímicos sobre cuáles eran los herbicidas e insecticidas más acordes para el control de especies invasoras y cómo utilizarlos. Un 37% adicional buscó orientación en las instituciones públicas de Galápagos (principalmente el Ministerio de Agricultura y Ganadería), y cerca de un 20% también había recibido capacitación o asistencia técnica sobre cómo usar los agroquímicos, una vez más, principalmente del MAG.   

RECOMENDACIONES PARA MEJORAR EL CONTROL CON AGROQUÍMICOS 

Nuestro trabajo sugiere que los productores necesitan una mejor capacitación sobre cómo controlar las especies invasoras en la zona agropecuaria. Esto es consistente con los resultados de un estudio previo realizado por O’Connor and d’Ozouville (2015); sin embargo, muy pocas acciones se han tomado a raíz de la publicación de su trabajo.   

Recomendamos talleres al final de las tardes para asegurar que el entrenamiento llegue a la mayoría de los productores, junto con la elaboración de videos educativos para aquellos que no puedan asistir. Los videos deben involucrar a los productores locales como los principales actores y ser distribuidos como aplicación para teléfono celular o como un DVD. 

Los distribuidores de agroquímicos también deberían participar en los talleres de capacitación, ya que más de la mitad de los productores entrevistados buscaron su consejo y recomendación para la aplicación de herbicidas e insecticidas; sin embargo, terminaron a menudo usando los productos equivocados.  

Con base en este estudio, la Fundación Charles Darwin y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) han elaborado una hoja laminada para los productores en la que se enlista los herbicidas recomendados para el control de las cuatro especies de plantas más problemáticas (mora, guayaba, sauco y escoba), y que incluye recomendaciones para las concentraciones de los herbicidas y modos de aplicación. Esta hoja será distribuida durante las reuniones de las asociaciones locales de productores y en las ferias locales de frutas y legumbres. Aún estamos desarrollando recomendaciones para el control de la hormiga tropical de fuego, en vista de que no es posible conseguir SiegePro en el Ecuador en este momento.

Sugerimos elaborar materiales informativos adicionales que expliquen el riesgo que se corre cuando una planta invasora genera resistencia debido a aplicaciones repetidas del mismo herbicida en concentraciones menores a aquellas recomendadas o por la aplicación de herbicidas con el pH incorrecto. Estos materiales deberían ir acompañados con suplementos prácticos, como tiras para registrar el pH y un recipiente dosificador de fácil uso para medir la cantidad exacta del agroquímico que se necesite. Las tiras indicadoras de pH deben venir con una lista de los óptimos para la mayoría de los herbicidas e insecticidas más comúnmente utilizados, y una descripción de cómo medir el pH.

El personal del MAG también debe recibir talleres de capacitación, para reforzar su conocimiento sobre el uso de agroquímicos para el control de especies invasoras y para garantizar un adecuado asesoramiento a los productores.  

En la actualidad, los agroquímicos constituyen el único modo para controlar de manera efectiva y a gran escala a las especies invasoras en Galápagos. El MAG está actualmente trabajando en la implementación de un plan de bioagrícultura que promueve el uso de alternativas para los pesticidas (Guzmán & Poma 2015); y los científicos están buscando métodos de control que sean más amigables con el ambiente, tales como controles biológicos para la mora y la hormiga tropical de fuego. Pero hasta que éstos se desarrollen y sean completamente probados, es esencial que trabajemos juntos para promover el uso más seguro y efectivo de agroquímicos.

*El Ministerio de Agricultura y Ganadería, MAG, fue conocido como Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca, o MAGAP, en el momento en que este estudio se llevó a cabo

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo fue apoyado por The Leona M. and Harry B. Helmsley Charitable Trust y Galapagos Conservancy. Nos gustaría agradecer a los productores de Santa Cruz por su participación en las entrevistas. Estas entrevistas no se hubieran podido llevar a cabo sin la ayuda del personal técnico del MAG (antes MAGAP). Nos gustaría también agradecer a Marcelo Loyola, Carolina Carrión, Charlotte Causton y Denisse Barrera de la Fundación Charles Darwin. Estamos agradecidos a Jon Witman y Cheryl Hojnowski por las revisiones del manuscrito. Esta publicación tiene el número de contribución 2260 correspondiente a la Fundación Charles Darwin para las islas Galápagos.

REFERENCIAS

Bradshaw CJA, B Leroy, C Bellard, D Roiz, C Albert, A Fournier, M Barbet-Massin, J-M Salles, F Simard & F Courchamp. 2016. Massive yet grossly underestimated global costs of invasive insects. Nature Communications 7, 12986 doi: 10.1038/ncomms12986

Causton CE & C Sevilla. 2008. Latest records of introduced invertebrates in Galapagos and measures to control them. Pp. 142–145. In: CDF, GNP & INGALA, Galapagos Report 2006– 2007. Charles Darwin Foundation, Puerto Ayora.

CGREG 2014. Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos. Censo de Unidades de Producción Agropecuaria de Galápagos 2014. 

Guzmán JC & JE Poma. 2015. Bioagriculture: An opportunity for island good living. Pp. 25-29. En: Galapagos Report 2013-2014. GNPD, GCREG, CDF and GC. Puerto Ayora, Galapagos, Ecuador.

Nufarm 2012. Anikil 4 EC, Ficha Técnica Comercial. Nufarm Colombia S.A.

O’Connor M & N d’Ozouville. 2015. Uso de pesticidas en la agricultura en Santa Cruz. Pp. 30-34. En: Informe Galápagos 2013-2014. DPNG, CGREG, FCD y GC. Puerto Ayora, Galápagos, Ecuador.

Toral-Granda, M.V., CE Causton, H Jäger, M Trueman, JC Izurieta, E Araujo, M Cruz, KK Zander, A Izurieta & ST Garnett. 2017. Alien species pathways to the Galapagos Islands, Ecuador. PLoS ONE 12(9): e0184379.

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