Michael Tanner[1] Nicolás Moity[1], Matthew T. Costa[2], José Marín Jarrín[3], Octavio Aburto-Oropeza[2], Pelayo Salinas-de-León[1,4]
[1]Fundación Charles Darwin, [2]Instituto de Oceanografía Scripps, [3]Universidad Estatal Humboldt, [4]Sociedad National Geographic
Figura 1. Manglares en Galápagos. Foto: Nicolas Moity/ Fundación Charles Darwin
Cada vez más a los manglares se los reconoce como uno de los ecosistemas más productivos en la Tierra, en vista de los múltiples beneficios o servicios ecosistémicos que ellos proveen para las comunidades costeras y para los humanos en general (McNally et al. 2011). Por ejemplo, el 80% de las capturas pesqueras mundiales están directa- o indirectamente vinculadas con los ecosistemas de manglares (Ellison 2008). Los manglares también son desproporcionalmente importantes para el almacenamiento del carbono global a la par que los bosques tropicales más ricos en carbono del mundo (Donato et al. 2011). Y los manglares dan soporte a las industrias turísticas, al brindar oportunidades recreacionales (Thiagarajah et al. 2015), y al contribuir a la purificación del agua y protección de las costas, lo cual es crucial para el mantenimiento de aguas claras y playas de arena (Lau 2013). En Belice, por ejemplo, investigadores estiman la contribución de los manglares al turismo en más de US$60 millones por año (Waite et al. 2014).
Lastimosamente, a pesar de conocer la importancia de los bosques de manglar, éstos han estado sujetos a la destrucción por prácticas humanas a nivel mundial. Solo en Ecuador, hemos perdido el 40% de la cobertura del manglar en los últimos 40 años; las islas Galápagos son las únicas que mantienen sus manglares cerca a un estado prístino (Hamilton y Lovette 2015). Si las tasas actuales de deforestación continúan, todos los manglares de la tierra podrían perderse en la próxima década (Duke et al. 2007).
La pérdida de un ecosistema tan valioso se explica en parte por el hecho que los beneficios provistos por los manglares, y en general muchos de los beneficios que la Naturaleza brinda, son bienes públicos, sin un mercado existente o un precio visible. Esto favorece a los usos destructivos del manglar que son fácilmente monetizados, como por ejemplo su tala para el cultivo de camarones.
Para revelar mejor la verdadera contribución que los manglares de Galápagos dan a las islas y sus habitantes, durante los últimos tres años la Fundación Charles Darwin, la Dirección del Parque Nacional Galápagos, el Instituto de Oceanografía Scripps y voluntarios de la Universidad de Wisconsin en Eau Claire han llevado a cabo un esfuerzo interdisciplinario a gran escala, para estimar el valor monetario generado por los servicios ecosistémicos de los manglares de Galápagos. Evaluamos tres servicios ecosistémicos que creemos son los más representativos y relevantes para la toma de decisiones y normativa para el archipiélago y su sociedad. Primero, calculamos el valor del almacenamiento de carbono provisto por los manglares, dentro del contexto de posibles políticas referentes al cambio climático. Nuestro paso siguiente fue evaluar la importancia de los manglares en la sustentabilidad de las pesquerías, dada su función de criadero y hábitat para especies locales de importancia comercial. Finalmente, consideramos el rol vital que juegan los manglares en el turismo y la recreación, los cuales constituyen el motor económico de Galápagos.
CAPTURA DE CARBONO
Para medir el carbono almacenado en el suelo de los manglares de Galápagos, un equipo de científicos del Instituto de Oceanografía Scripps y la Fundación Charles Darwin tomó muestras de suelo en 29 sitios en todas las islas que albergan manglares (Figura 2). Esta tarea herculeana, que se realizó en abril de 2015, requirió la visita a bahías con manglar en seis islas: Fernandina, Floreana, Isabela, San Cristóbal, Santa Cruz y Santiago. Las muestras de suelo que se tomaron en el campo fueron analizadas posteriormente en laboratorios en California para determinar el contenido de carbono.
Figura 2. Ciencia en acción: toma de muestras del centro de los sedimentos del manglar para medir el carbono. Usando un vaciador de turba ruso, tomamos pedazos de sedimentos a incrementos de profundidad de 25 cm, luego los secamos y pesamos para su análisis en laboratorio. Foto: Octavio Aburto / Fundación Charles Darwin
Encontramos que en promedio, el suelo de los manglares de Galápagos almacena cerca de 211 toneladas de carbono por hectárea, lo que representa un total de más de 778 000 toneladas de carbono – ¡el equivalente al 15% de las emisiones anuales de carbono del Ecuador en 2016! Esta cantidad es aún más impresionante si consideramos que los manglares del archipiélago representan menos del 3% de la cobertura total del manglar en todo el Ecuador (Figura 3; Tanner et al. 2019).
Nuestro equipo buscó una manera apropiada para valorar la cantidad de carbono que capturaría los beneficios utilitarios de los manglares de Galápagos en el almacenamiento de carbono para las islas, el Ecuador y el bienestar humano en general. Decidimos usar dos técnicas complementarias de valoración. Una es el método de precio de mercado, el cual estima las ganancias potenciales asociadas a los créditos comerciales en los mercados de carbono. Para ello, usamos el precio promedio de un crédito de carbono comercializado en América Latina en 2017, que fue de US$13,93 por tonelada de carbono. Nuestra otra técnica de valoración, llamada el costo social del carbono, fue un estimado del daño social que se evita al no liberar carbono a la atmósfera. Para este acercamiento, escogimos el costo social del carbono estimado en 2016 por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos de América – US$132 por tonelada de carbono.
Utilizando la técnica del precio de mercado, estimamos que el carbono almacenado en los manglares de Galápagos vale más de US$10,8 millones, o $2 940 por hectárea de manglar. De modo alternativo, usando la técnica del costo social del carbono, calculamos que el carbono almacenado en los manglares de Galápagos vale más de US$102 millones, o $27 852 por hectárea.
Ya que los manglares en Galápagos crecen sobre rocas volcánicas, con poco sedimento y sin un flujo constante de agua dulce, su capacidad para el almacenamiento de carbono es sorprendente. Sus suministros de carbono son similares o mayores que aquellos en bosques templados, boreales o nublosos (Alongi 2012). El bosque de Scalesia en las partes altas de Galápagos tiene 60 toneladas de carbono por hectárea (Kitayama and Itow 1999) – menos de una tercera parte de lo encontrado en los manglares de Galápagos. Al compararlos con otros ecosistemas de manglares, Galápagos aparece en el extremo bajo del espectro de almacenamiento de carbono, lo cual se explica probablemente por el pequeño tamaño de nuestros manglares y las duras condiciones en las que crecen.
PESQUERÍAS QUE DEPENDEN DE LOS MANGLARES
Figura 4. Pargos nadan entre las raíces sumergidas de los manglares en el archipiélago de Galápagos. Foto: Enric Sala / National Geographic Pristine Seas
Estudios recientes han resaltado la importancia de los manglares de Galápagos como apoyo para las pesquerías artesanales locales (Aguaiza 2016; Fierro 2017). Buscamos comprender exactamente cuán importantes son los manglares para estas pesquerías en términos económicos.
Nuestro equipo fue a hacer snorkeling primero, realizando censos en más de 30 bahías con manglar. Durante estos censos, visualmente identificamos las especies de gran importancia comercial para los pescadores artesanales en la pesca blanca en Galápagos, la cual se enfoca en especies costeras y demersales (Molina et al. 2004).
Para cada una de estas especies comercialmente importantes, estimamos los embarques totales en Galápagos por año. Usamos los precios del mercado para calcular las ganancias totales de estos embarques, y sustrajimos los costos de pescar estas especies específicas para llegar a beneficios económicos netos. Los costos incluyeron combustible, salarios, equipo de pesca y mantenimiento de la embarcación. Recogimos nuestros datos de una variedad de fuentes, incluyendo a la Dirección del Parque Nacional Galápagos, la literatura revisada por pares y literatura gris, y entrevistas a pescadores.
Nuestros resultados son importantes: La pesca blanca de Galápagos recibe más de US$900 000 de beneficios netos cada año del hábitat del manglar (Tabla 1). En particular, pargos, lisas y el bacalao de Galápagos, que representan la mayor parte de las capturas de esta pesquería (Schiller et al. 2015), dependen del manglar como hábitat y zona de criadero. Otra pesquería importante en Galápagos, la pesca de langosta, probablemente también dependa de ecosistemas de manglar sanos, a pesar de que las relaciones aún no han sido comprobadas.
Tabla 1. Valor de los manglares para importantes especies de la pesquería artesanal de Galápagos. Los estimados para los costos de pesca se expresan como porcentaje de las ganancias brutas y se obtuvieron entrevistando a pescadores. Para más detalles, ver Tanner et al. (2019). Clic para agrandar.
TURISMO BASADO EN EL MANGLAR
Figura 5. Snorkeling con rayas doradas en las bahías con manglar. Foto: Pelayo Salinas de León / Fundación Charles Darwin
El turismo representa el sector más importante de la economía en Galápagos, generando cerca del 80% de los empleos totales en las islas (Epler 2007). Nos dispusimos a estimar la contribución de los manglares para la industria turística. Los servicios ecosistémicos culturales como el turismo y la recreación se citan ampliamente como beneficios del manglar, pero hasta este momento han habido muy pocos esfuerzos para cuantificar el valor de estos servicios (Barbier y Hacker 2011; Salem y Mercer 2012).
Con el apoyo de la Dirección de Uso Público del Parque Nacional Galápagos y del Observatorio de Turismo de Galápagos, identificamos primero 84 sitios de visita que estaban a 500 metros de un manglar, por lo que los consideramos como sitios de turismo basados en el manglar. Luego, estimamos el número total de tours a cada uno de estos sitios por año. Asignamos un valor monetario anual a los tours de acuerdo con el precio promedio que paga cada visitante, el número promedio de visitantes por tour y el promedio de días que los tours operan cada año.
Hallamos que el 47% de los sitios de visita turística en Galápagos está basada en los manglares, y que el sector turístico recibe más de $US62 millones en ganancias por la visita a éstos cada año (Tabla 2).
IMPLICACIONES Y RECOMENDACIONES PARA POLÍTICAS
Los manglares de Galápagos proveen una multitud de beneficios de alto valor, los cuales son importantes al momento de fijar políticas tanto a nivel local como nacional. Por ejemplo, nuestras estimaciones del almacenamiento de carbono indican claramente que la conservación de los manglares es fundamental para cualquier estrategia nacional para la mitigación del cambio climático, especialmente ante compromisos internacionales como el Acuerdo de París. Si los manglares de Galápagos guardan esta cantidad de carbono, ¡imagínese las cantidades en Esmeraldas, que contiene los manglares más altos del mundo!
Los manglares también juegan un papel preponderante en el mantenimiento de la sustentabilidad de las pesquerías a largo plazo, con implicaciones de importancia para la seguridad alimentaria en Galápagos y la salud de nuestro sector pesquero artesanal. Queda claro que áreas intangibles en los hábitats costeros deben ser expandidas para incluir a los manglares. En la actualidad no existen planes de manejo para especies de peces que dependen del manglar. Tales planes son una necesidad urgente si nuestro objetivo es asegurar nuestras pesquerías para las generaciones futuras. Estos planes de manejo deberían incluir medidas como cierre de pesquerías durante los períodos reproductivos y restricciones en el tamaño de la captura.
La industria turística es el mayor beneficiario de los servicios ecosistémicos de los manglares y podría jugar un rol central en salvaguardar los manglares a largo plazo, tal vez con un esquema de Pago por Servicios Ecosistémicos. Por ejemplo, Galápagos pudieran crear un mercado local de compensación por el carbono, en el que el sector turístico mitigue sus emisiones de carbono mediante pagos que financien la conservación de los manglares.
Galápagos es la única provincia ecuatoriana que no ha experimentado la deforestación del manglar y sirve como un ejemplo de primera de los beneficios que pueda brindar un ecosistema prístino de manglar. Nuestro estudio pudiera ser replicado en otras regiones del país adonde los manglares están amenazados.
Esta investigación no pretende poner un precio a la Naturaleza. Nuestro objetivo fue usar un acercamiento interdisciplinario para revelar el verdadero valor de los manglares en las islas Galápagos, presentando así un caso convincente para la conservación basado en aspectos tanto éticos como económicos.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo se condujo bajo el permiso de investigación PC-13-15, PC-13-16, PC-13-17 y PC-13-18 de la Dirección del Parque Nacional Galápagos concedidos a la Estación Científica Charles Darwin. Especial gratitud para John Lynham y Juan Carlos Izurieta por las sugerencias hechas a este estudio. Estamos muy agradecidos con Kayla Budd y Alex Sueldo de la Universidad de Wisconsin en Eau Claire, quienes trabajaron como voluntarios en la Fundación Charles Darwin específicamente para este proyecto. Este estudio recibió apoyo del Fondo de Caridad Leona M. y Harry B. Helmsley y es la contribución número 2233 de la Estación Científica Charles Darwin.
REFERENCIAS
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